EL DIAMANTE DE GOULD (Amadina Gouldiae)
Sus primeros descubrimientos fueron sobre el año 1833, donde una expedición francesa rumbo a las tierras australes, atracaron en Nueva Holanda (Australia), donde no tardo en fijarse en unos pájaros con colores muy llamativos que abundaban en las hierbas altas. Eran diamantes de Gould, donde se capturaron solo tres ejemplares. Hombrom y Jacquinot, fueron los primeros en descubrirlos, los consideraron como una nueva especie a la que llamaron Poephila mirabilis , capturados en la bahía de Raffles, en el extremo norte de Australia donde se abre el inmenso golfo de carpentaria, aquellos primeros diamantes de gould vivían en una región tropical, húmeda y calida. El gran ornitólogo John Gould, que por entonces recorría Australia haciendo incontables descubrimientos, señala en sus apuntes que un 3 de octubre vio un nido de poephila, colocado en un nido de un águila, cuya hembra estaba cubriendo los huevos. La rapaz y el pajarillo convivían, al parecer, de forma apacible. Fue entonces cuando se hizo un descubrimiento muy interesante en la península de Cobourg. John M. Gibert, de Puerto Essington, logro capturar unos cuantos pájaros muy similares a Poephila mirabilis, pero de cabeza negra. Eran adultos y John gould hallo conveniente hacer de ellos una nueva especie y la bautizo con Amadina Gouldiae.
Los primeros diamantes de Gould se importaron a Inglaterra en 1887, y recibieron un acogida entusiasta. Hasta 1896 no se pudieron admirar en Paris los primeros ejemplares vivos de diamante de Gould y al año siguiente se exponían por primera vez en Berlín.
El ingles P.W. Teague fue el primero en obtener la reproducción del diamante de Gould, donde estudio unas 24 generaciones y publico sus observaciones en Avicultura Magazine entre 1931 y 1946.
Las apariciones de variedades nuevas en las últimas décadas han contribuido en dar a la cría del diamante de Gould un auge considerado. Hoy día el número de diamantes de Gould ha disminuido muy dramáticamente durante el siglo XX. Su hábitat ha sido reducido o se ha sido alterado. Los piojillos de los sacos aéreos, un parásito, también han afectado mucho el número de estos pájaros. Resulta que sus colores hermosos permiten que los depredadores los cacen fácilmente. Los fuegos también son una amenaza principal para su población natural. A pesar de esto, el número total de estas aves no es bajo porque son muy populares con personas avícolas y como mascotas. Igualmente se han empezado ciertas acciones para rescatar y conservar su hábitat natural y construir cercas protectoras para evitar daños causados por herbívoros. También hay investigación detallada sobre los fuegos, alimento y movimiento en dos sitios para repasar su distribución, su hábitat, amenazas potenciales, y el estado de conservación de aves granívoras sabaneras. También fue propuesto encontrar hábitat más apropiado para su conservación. Intentos de reintroducción no han sido exitosos hasta ahora, sin embargo, el programa de reintroducción continuará en el este de Queensland. También fue sugerido desarrollar instrucciones para los propietarios de haciendas sobre manejo apropiado de las tierras que ayudará con el programa de conservación.
Mi primer contacto con ellos fue a principios de los noventa y como amante de las aves, puedo decir que fue algo impresionante ver tanto colorido en un pájaro tan pequeño pero a su vez vivo y muy alegre, me quede sin palabras. Desde entonces comenzó mi nuevo trayecto en el mundo de los gould, dejando atrás el mundo de los canarios y el silvestrismo. Lo primero, gracias a mi padre por inculcarme desde pequeño la admiración hacia la naturaleza, hacia las aves y a los animales, y como segundo, fue él, el que me regalo mis primeras parejas de diamante de gould, gracias a su ayuda comencé mi andadura como criador nacional del diamante de gould, y pudimos montar un aviario solo y exclusivo para los gould. Hoy día es un placer seguir criando esta especie.
Aviario Leiva, desde 1994. Criador nacional Q-092. Diamantes de gould.
Sus primeros descubrimientos fueron sobre el año 1833, donde una expedición francesa rumbo a las tierras australes, atracaron en Nueva Holanda (Australia), donde no tardo en fijarse en unos pájaros con colores muy llamativos que abundaban en las hierbas altas. Eran diamantes de Gould, donde se capturaron solo tres ejemplares. Hombrom y Jacquinot, fueron los primeros en descubrirlos, los consideraron como una nueva especie a la que llamaron Poephila mirabilis , capturados en la bahía de Raffles, en el extremo norte de Australia donde se abre el inmenso golfo de carpentaria, aquellos primeros diamantes de gould vivían en una región tropical, húmeda y calida. El gran ornitólogo John Gould, que por entonces recorría Australia haciendo incontables descubrimientos, señala en sus apuntes que un 3 de octubre vio un nido de poephila, colocado en un nido de un águila, cuya hembra estaba cubriendo los huevos. La rapaz y el pajarillo convivían, al parecer, de forma apacible. Fue entonces cuando se hizo un descubrimiento muy interesante en la península de Cobourg. John M. Gibert, de Puerto Essington, logro capturar unos cuantos pájaros muy similares a Poephila mirabilis, pero de cabeza negra. Eran adultos y John gould hallo conveniente hacer de ellos una nueva especie y la bautizo con Amadina Gouldiae.
Los primeros diamantes de Gould se importaron a Inglaterra en 1887, y recibieron un acogida entusiasta. Hasta 1896 no se pudieron admirar en Paris los primeros ejemplares vivos de diamante de Gould y al año siguiente se exponían por primera vez en Berlín.
El ingles P.W. Teague fue el primero en obtener la reproducción del diamante de Gould, donde estudio unas 24 generaciones y publico sus observaciones en Avicultura Magazine entre 1931 y 1946.
Las apariciones de variedades nuevas en las últimas décadas han contribuido en dar a la cría del diamante de Gould un auge considerado. Hoy día el número de diamantes de Gould ha disminuido muy dramáticamente durante el siglo XX. Su hábitat ha sido reducido o se ha sido alterado. Los piojillos de los sacos aéreos, un parásito, también han afectado mucho el número de estos pájaros. Resulta que sus colores hermosos permiten que los depredadores los cacen fácilmente. Los fuegos también son una amenaza principal para su población natural. A pesar de esto, el número total de estas aves no es bajo porque son muy populares con personas avícolas y como mascotas. Igualmente se han empezado ciertas acciones para rescatar y conservar su hábitat natural y construir cercas protectoras para evitar daños causados por herbívoros. También hay investigación detallada sobre los fuegos, alimento y movimiento en dos sitios para repasar su distribución, su hábitat, amenazas potenciales, y el estado de conservación de aves granívoras sabaneras. También fue propuesto encontrar hábitat más apropiado para su conservación. Intentos de reintroducción no han sido exitosos hasta ahora, sin embargo, el programa de reintroducción continuará en el este de Queensland. También fue sugerido desarrollar instrucciones para los propietarios de haciendas sobre manejo apropiado de las tierras que ayudará con el programa de conservación.
Mi primer contacto con ellos fue a principios de los noventa y como amante de las aves, puedo decir que fue algo impresionante ver tanto colorido en un pájaro tan pequeño pero a su vez vivo y muy alegre, me quede sin palabras. Desde entonces comenzó mi nuevo trayecto en el mundo de los gould, dejando atrás el mundo de los canarios y el silvestrismo. Lo primero, gracias a mi padre por inculcarme desde pequeño la admiración hacia la naturaleza, hacia las aves y a los animales, y como segundo, fue él, el que me regalo mis primeras parejas de diamante de gould, gracias a su ayuda comencé mi andadura como criador nacional del diamante de gould, y pudimos montar un aviario solo y exclusivo para los gould. Hoy día es un placer seguir criando esta especie.
Aviario Leiva, desde 1994. Criador nacional Q-092. Diamantes de gould.
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